martes, abril 01, 2014

Di vagar

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Reconstruyendo el templo. Los católicos bien me enseñaron el concepto del cuerpo como una extensión divina, el tempo de dios hecho carne, inviolable, sagrado y cuyo cuidado riguroso es deber y salvación de todo buen cristiano.

¿Pero que hay de la mente? Espacio obscuro, confuso, agudo y hasta, a veces, obtuso. Un lugar sagrado que ni el mismo dios podría profanar. Bueno, para los más creyentes, hasta ese lugar llega el poder del pulento.

¿Pero la mente es un templo?

Un templo intrincado, laberíntico, inexpugnable, inasequible, codificado, torcido, retorcido, enderezado a veces, deformado las demás. La mente es el encierro de la conciencia que se fuga a la búsqueda de un espacio físico para eludir su encierro.

Siempre y cuando acordemos una necesaria convención. Definamos mente como todo aquel cúmulo de procesos mentales que definen al ser, desde sus capacidades intelectuales hasta los detalles que definen su personalidad. El yo, súperyo, contrayo, otroyo, yoyo, yayo, yiyo y yolanda viven en esa cavidad craneal dónde las neuronas se vuelven escollos, los impulsos eléctricos se hacen tormentas y los pensamientos fluyen cual tsunami desbordante, delirante y en vías de coherencia.

Es con esa parte esencial de la persona con la cuál me encuentro peleado.

En un lujo de la idiotez, me permito tratar de vomitar algunas in-coherencias, a ver si revitalizo el músculo sapiente, a ver si encendemos las luces de lo que alguna vez fue la llama que iluminó el camino de este pobre y humilde desperdicio de polvo astral.

Las alineaciones cósmicas, las energías, los shakras o cómo carajo le guste ponerle, se han coludido para sacar a este escurridizo topo de su infame y mal habido silencio artístico.

Entre amagos y amagos de regreso, las musas se han vuelto infieles y han dejado a esta lumbrera sin su necesaria dosis de lumbre, el malcriado espíritu se resiste a ser reformado, la bestia se niega a rugir sin un látigo sobre el lomo.

Eso es sólo la mitad del dilema, dónde la otra parte se diluye en los dedos de cronos y me deja con ganas de irme de orgíastica con la musa, flaco favor le hace al convaleciente paladín el dejarle con tiempo suficiente para respirar, sin pensar mucho de preferencia.

Después de esta patética, puedo descansar en paz, regresar a mi sarcófago y seguir con el juego que nos ha conducido hasta este punto muerto.

Nuevamente, tras llorar la desgracia de la alumne situación, el perro recoge con la cola entre las patas, la cabeza gacha y con la humildad del chucho que nuevamente le mordió las pantuflas al dueño de casa.

Regresar no es fácil, menos para quién nunca supo bien dónde pertenecía. Un eslabón atado no vuelve a sonar como cuando andaba suelto al final de la cadena.

¿Ideas, sugerencias, propuestas?

Soy todo ojos para digas, y si lo dices, vaguemos.

Vaguemos hacia la vida, vaguemos hacia el silencio, vaguemos hacia el origen del universo, hacia un mundo mejor, hacia un mundo, al infierno, al carajo o a la punta del cerro.

Vaguemos por la Historia, por la cultura, por el mundo, la materia, lo sagrado y lo profano, por los límites mortales hasta el borde de la eternidad.

Arreglemos el mundo en prosa para destruirlo en versos y con una rosa en tinta volverlo a crear.

Hacer los cimientos, fundar los pilares, techar sobre ellos, paredes, arcos, arbotantes, torres, vitrales, altares, criptas y piedras.

Vaguemos hasta salir del escondite, hasta trepar fuera de la caverna, hasta resucitar al tercer, cuarto o quincuagésimo día.

Restableciendo el orden, restaurando la inspiración.

Encontrando el camino, regresando al origen.

Volviendo a la vida, reconstruyendo el templo.

sábado, marzo 16, 2013

De retornos y renacimientos

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Recuperar el centro
El estado de equilibrio
En espontanea combustión
El big bang de las ideas
Naciendo, respirando
Como fuego ahogado
Como viento reprimido
Como vida congelada
Como aves en su nido
En explosión, en huracán
En resurrección, en vuelo
Las alas de la libertad se agitan

Despierta, el sol de la creación
Los dioses sonríen, en alegría
Descanso en los dedos de la música
El universo cobra una nueva luz
Escapando a las rígidas reglas
Asincrónico
Atípico
Asonante
Tunante
Petulante
Excéntrico
Sórdido
Y un poco arrogante

Movimiento, sombras, luces
La vida cobra un nuevo ritmo
Ruido, cantos, risas y lágrimas
La conjunción perfecta del espacio-tiempo
Las raíces llaman a las ramas
Y las ramas llaman a sus hojas
Y, definitivamente, la hoja regresa
En su vieja cuna ancestral
En su querido árbol natal
En aquellos cansados brazos
En dónde nació y creció
En dónde sangró y murió
Y al cuarto día renació

Laberintos, muros gastados
Espacios estrechos, a veces
A veces, corredores amplios
Lugares recorridos una y otra
Otra y una vez recorridos
Inorgánicos y silentes testigos
Oídos, ojos, concreto y asfalto
Anclas obligadas de la memoria
Lastre ilustre del pasado lejano
Vías intrincadas de un futuro desconocido

Siendo así la perdida vía encontrada
Me entrego a los brazos de la musa
Por espontánea coincidencia, regreso
Por la santa bondad de su absolución
Tal vez sea esta la definitiva cura
Regresar al origen el nuevo motor
Inspiración, veamos cuánto dura
Será muerte o resurrección

martes, febrero 07, 2012

Reencuentro en papel

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Te miro fijamente en felino acecho
Tu pálida tez resulta insultante, desoladora
Yaces sobre mi cama vacía, inmaculada
Tantas aventuras juntos y quiméricas cruzadas
Tantos sueños erigidos, destruidos, renacidos y olvidados
El mayor de los imperios encerrado en cuatro paredes

Recorro tu suave piel, tal como ayer lo hacía
Sin prisa, sin miedo, sin ansiedad alguna
Nada más observando la lluvia de vigas y piedras
Contando los cadáveres esparcidos por cada pedazo de esencia
En la inmensidad de la llanura, hoy nos encontramos
Te contraes, discreta, ante mi toque metálico

Mi querida compañera, cuánto te he extrañado
La vida tranquila ha engendrado a un malagradecido
Sin duda te he abandonado, querida mía
Encerrada en la oscuridad y el silencio
Relegada a un inmerecido y largo olvido
Castigada a llevar una faz blanca y vacía

Esta noche nos reencontramos al fin
Como antaño, a solas, en intimidad
Tu palidez es mi mayor sufrimiento, mi pesar
En estas palabras encontrarás, al fin, cura
Bebe, pues, de mi sangre, mi tinta
¡Recobra tu oscuro rubor, querida hoja mía!

martes, enero 11, 2011

Máquina celeste

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Corre, mueve tus engranes

Comienza a oscilar, sutil vaivén

Melodía de mi ánima, respiro

Soplo de vida, agonía galopante

Preludio de amagos inconclusos

Dulce brebaje, gloria celestial

Me has dejado en oscuridad

Oscuridad de sublime resplandor

Silencio abismal, labios sellados

Ponto quieto, espejo costero

Entonces

¿Cómo vamos a empezar?

Padre, duermes tranquilo

Mientras despierta aquí, tu hijo

Luz, herencia eterna

Guía mis pasos hacia lo incierto

Me pierdo en caminos intrincados

Construidos a propio capricho

No sabría decir cuál es el destino

Y con suerte, dónde he partido

Madre, te asomas tímida

Danzas en esta descabellada epifanía

Marcando el compás junto tus hijas

Acompañantes de incontables insomnes

En mi oído se cuelgan y murmuran

Pronuncian palabra por palabra

Escribo, así, verso a verso

Plagio celestial, culpable originalidad

Padre y madre, ancestrales manantiales

De cálido sudor y argentas lágrimas

La inspiración desciende en luminosa cascada

Desde aquel lejano lugar celeste hasta aquí

Humilde receptáculo, servidor astral

Esclavo de la inspiración

Vástago estelar

Exiliado terreno

Una máquina celeste

Y nada más.

miércoles, septiembre 29, 2010

Impresión primavera

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¿Cómo describir la primavera?
Es como intentar asir al viento
Se escapa, se cuela entre los dedos

¿Cómo dibujarlo en verso?
Es como aprender a escribir de nuevo
Tan acostumbrado a sombras y cuerpos

Tal vez no me he vuelto ciego

Canta, siente, fluye
Que no se termina de nacer
Respira, vuela, sueña
Apenas se empieza a creer

¿Puedes ver mis sueños?
Cómo podrías, si apenas los recuerdo
Pierde cuidado que algo saldrá

¿Puedes sentir el brillo de mi cielo?
Es profundo y hermoso
Inmenso y estremecedor

Y en lo alto abraza la calidez de un gran sol

Canta, siente, fluye
Que aún no termina de caer
Respira, vuela, sueña
Recién podemos comprender

¿Te gusta mi nuevo mundo?
Está más bien lejos del nuestro
Espero disfrutes del viaje

¿Puedes verlo como ahora lo veo?
Es distinto a esta realidad
Aquí no hay leyes, ni peros

Sólo termina hasta dónde puedes imaginar

Canta, siente fluye
Que aún no es el fin
Respira, vuela, sueña
La inmensidad lo cubre todo

¿Puedes escuchar los latidos?
Suenan a melodía de paz
Escucha, suenan tic-toc-tac

Tic-toc-tac - tic-toc-tac - tic-toc-tac