martes, abril 01, 2014
Di vagar
0¿Pero que hay de la mente? Espacio obscuro, confuso, agudo y hasta, a veces, obtuso. Un lugar sagrado que ni el mismo dios podría profanar. Bueno, para los más creyentes, hasta ese lugar llega el poder del pulento.
¿Pero la mente es un templo?
Un templo intrincado, laberíntico, inexpugnable, inasequible, codificado, torcido, retorcido, enderezado a veces, deformado las demás. La mente es el encierro de la conciencia que se fuga a la búsqueda de un espacio físico para eludir su encierro.
Siempre y cuando acordemos una necesaria convención. Definamos mente como todo aquel cúmulo de procesos mentales que definen al ser, desde sus capacidades intelectuales hasta los detalles que definen su personalidad. El yo, súperyo, contrayo, otroyo, yoyo, yayo, yiyo y yolanda viven en esa cavidad craneal dónde las neuronas se vuelven escollos, los impulsos eléctricos se hacen tormentas y los pensamientos fluyen cual tsunami desbordante, delirante y en vías de coherencia.
Es con esa parte esencial de la persona con la cuál me encuentro peleado.
En un lujo de la idiotez, me permito tratar de vomitar algunas in-coherencias, a ver si revitalizo el músculo sapiente, a ver si encendemos las luces de lo que alguna vez fue la llama que iluminó el camino de este pobre y humilde desperdicio de polvo astral.
Las alineaciones cósmicas, las energías, los shakras o cómo carajo le guste ponerle, se han coludido para sacar a este escurridizo topo de su infame y mal habido silencio artístico.
Entre amagos y amagos de regreso, las musas se han vuelto infieles y han dejado a esta lumbrera sin su necesaria dosis de lumbre, el malcriado espíritu se resiste a ser reformado, la bestia se niega a rugir sin un látigo sobre el lomo.
Eso es sólo la mitad del dilema, dónde la otra parte se diluye en los dedos de cronos y me deja con ganas de irme de orgíastica con la musa, flaco favor le hace al convaleciente paladín el dejarle con tiempo suficiente para respirar, sin pensar mucho de preferencia.
Después de esta patética, puedo descansar en paz, regresar a mi sarcófago y seguir con el juego que nos ha conducido hasta este punto muerto.
Nuevamente, tras llorar la desgracia de la alumne situación, el perro recoge con la cola entre las patas, la cabeza gacha y con la humildad del chucho que nuevamente le mordió las pantuflas al dueño de casa.
Regresar no es fácil, menos para quién nunca supo bien dónde pertenecía. Un eslabón atado no vuelve a sonar como cuando andaba suelto al final de la cadena.
¿Ideas, sugerencias, propuestas?
Soy todo ojos para digas, y si lo dices, vaguemos.
Vaguemos hacia la vida, vaguemos hacia el silencio, vaguemos hacia el origen del universo, hacia un mundo mejor, hacia un mundo, al infierno, al carajo o a la punta del cerro.
Vaguemos por la Historia, por la cultura, por el mundo, la materia, lo sagrado y lo profano, por los límites mortales hasta el borde de la eternidad.
Arreglemos el mundo en prosa para destruirlo en versos y con una rosa en tinta volverlo a crear.
Hacer los cimientos, fundar los pilares, techar sobre ellos, paredes, arcos, arbotantes, torres, vitrales, altares, criptas y piedras.
Vaguemos hasta salir del escondite, hasta trepar fuera de la caverna, hasta resucitar al tercer, cuarto o quincuagésimo día.
Restableciendo el orden, restaurando la inspiración.
Encontrando el camino, regresando al origen.
Volviendo a la vida, reconstruyendo el templo.
sábado, marzo 16, 2013
De retornos y renacimientos
1martes, febrero 07, 2012
Reencuentro en papel
2Tu pálida tez resulta insultante, desoladora
Yaces sobre mi cama vacía, inmaculada
Tantas aventuras juntos y quiméricas cruzadas
Tantos sueños erigidos, destruidos, renacidos y olvidados
El mayor de los imperios encerrado en cuatro paredes
Recorro tu suave piel, tal como ayer lo hacía
Sin prisa, sin miedo, sin ansiedad alguna
Nada más observando la lluvia de vigas y piedras
Contando los cadáveres esparcidos por cada pedazo de esencia
En la inmensidad de la llanura, hoy nos encontramos
Te contraes, discreta, ante mi toque metálico
Mi querida compañera, cuánto te he extrañado
La vida tranquila ha engendrado a un malagradecido
Sin duda te he abandonado, querida mía
Encerrada en la oscuridad y el silencio
Relegada a un inmerecido y largo olvido
Castigada a llevar una faz blanca y vacía
Esta noche nos reencontramos al fin
Como antaño, a solas, en intimidad
Tu palidez es mi mayor sufrimiento, mi pesar
En estas palabras encontrarás, al fin, cura
Bebe, pues, de mi sangre, mi tinta
¡Recobra tu oscuro rubor, querida hoja mía!
martes, enero 11, 2011
Máquina celeste
0Corre, mueve tus engranes
Comienza a oscilar, sutil vaivén
Melodía de mi ánima, respiro
Soplo de vida, agonía galopante
Preludio de amagos inconclusos
Dulce brebaje, gloria celestial
Me has dejado en oscuridad
Oscuridad de sublime resplandor
Silencio abismal, labios sellados
Ponto quieto, espejo costero
Entonces
¿Cómo vamos a empezar?
Padre, duermes tranquilo
Mientras despierta aquí, tu hijo
Luz, herencia eterna
Guía mis pasos hacia lo incierto
Me pierdo en caminos intrincados
Construidos a propio capricho
No sabría decir cuál es el destino
Y con suerte, dónde he partido
Madre, te asomas tímida
Danzas en esta descabellada epifanía
Marcando el compás junto tus hijas
Acompañantes de incontables insomnes
En mi oído se cuelgan y murmuran
Pronuncian palabra por palabra
Escribo, así, verso a verso
Plagio celestial, culpable originalidad
Padre y madre, ancestrales manantiales
De cálido sudor y argentas lágrimas
La inspiración desciende en luminosa cascada
Desde aquel lejano lugar celeste hasta aquí
Humilde receptáculo, servidor astral
Esclavo de la inspiración
Vástago estelar
Exiliado terreno
Una máquina celeste
Y nada más.
miércoles, septiembre 29, 2010
Impresión primavera
0¿Cómo describir la primavera?
Es como intentar asir al viento
Se escapa, se cuela entre los dedos
¿Cómo dibujarlo en verso?
Es como aprender a escribir de nuevo
Tan acostumbrado a sombras y cuerpos
Tal vez no me he vuelto ciego
Canta, siente, fluye
Que no se termina de nacer
Respira, vuela, sueña
Apenas se empieza a creer
¿Puedes ver mis sueños?
Cómo podrías, si apenas los recuerdo
Pierde cuidado que algo saldrá
¿Puedes sentir el brillo de mi cielo?
Es profundo y hermoso
Inmenso y estremecedor
Y en lo alto abraza la calidez de un gran sol
Canta, siente, fluye
Que aún no termina de caer
Respira, vuela, sueña
Recién podemos comprender
¿Te gusta mi nuevo mundo?
Está más bien lejos del nuestro
Espero disfrutes del viaje
¿Puedes verlo como ahora lo veo?
Es distinto a esta realidad
Aquí no hay leyes, ni peros
Sólo termina hasta dónde puedes imaginar
Canta, siente fluye
Que aún no es el fin
Respira, vuela, sueña
La inmensidad lo cubre todo
¿Puedes escuchar los latidos?
Suenan a melodía de paz
Escucha, suenan tic-toc-tac
Tic-toc-tac - tic-toc-tac - tic-toc-tac