Bastante absorvido me ha tenido el proyecto E.D.S., dejé esta ventana abandonada. No tengo demasiado público que digamos...
Como sea es en esta las ocasiones en que acometo, puede ser una vez al día o cada quincena, mes, medio año, un eon...
Son esquivas las letras a la hora de tener que escribir de manera improvisada, he repetido hasta el cansancio que la odisea de escribir es verdaderamente un viaje complicado, si uno no tiene claro el rumbo se puede naufragar o simplemente llegar a algún paraje perdido, desierto y desconocido. O tal vez todo lo contrario. Es ésta una de los tantos arranques, válvula de escape, una verdadera "secreción" tal como un Pajariyus dijo alguna vez.
No hay reglas en este viaje, existen instrumentos, técnicas y herramientas. ¡Al carajo!
El acto de la comunicación no es un gran misterio.
Y recién en este punto de la travesía puedo definir el cuerpo de esta reflexión: El exorcismo/terapia/machitún, sahumerio o como quieran llamarle al simple acto de purificación. O más bien dicho de sanación o sólo alivio. El tesoro de la humanidad es su carga, son nuestros pensamientos a veces dulces tesoros o amargas cargas. ¿Qué hacer cuando esto se vuelve una locura incontrolable? Pues somos calderas a punto de estallar, si no existe vávula de escape puede desmoronar al más fuerte de los ánimos. Gritar, llorar o simplemente callar no es suficiente, la pluma es el mejor arma. Un arma que no sólo hiere también puede alviar e inclusive hasta sanar.
Esto es una arenga a escribir, a explotar este legado de la humanidad que empezaba a decaer y hoy, gracias a las nuevas tecnologías puede ser aprovechado con un máximo potencial. No dejemos que se escape esta oportunidad.
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